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jueves, 20 de septiembre de 2012

PARA HACERNOS PENSAR EN LA SUERTE QUE TENEMOS.

Este verano me levante con una noticia que me dejo helado. La muerte de esta chica me hizo reflexionar sobre la suerte que tenemos las personas de tener o no tener una estrella al nacer, de poder correr día a día por la vía verde, de saber que estamos a este lado del charco (mediterraneo). Pero esos pensamientos tan frívolos e insensibles no son únicos en mi persona, los veos generalizados en el común de la sociedad y eso es algo que me hace sentir mál, y no sólo conmigo mismo, pues no debo de acostumbrarme a este tipo de desgracias, sino con todos los que como yo a veces nos olvidamos cada día más del mundo, del otro mundo que no es el nuestro. Con ese olvido incesante, cada vez nos acercamos a un mundo más... iba a decir animal pero ni eso. Los animales tienen más coherencia que nosotros, sus actos son más justificables que muchos de los nuestros. Por ello espero pensemos mucho más en disfrutar del deporte y de la vida.

Un club de atletismo de Albacete tubo una bonita iniciativa. Creo que fué el  Club Atletismo Albacete (no estoy seguro), recogía ropa deportiva para gente de un país africano. Esas iniciativas son algo a tener encuenta y hay que apoyarlas, pues partan de quien partan, son buenas. Pero además deben ser más constantes, no sólo coyunturales. Para esas personas estoy seguro que nuestras camisetas, pantalones, chandal, zapatillas, etc. no han llegado a sus últimos días de vida.

La atleta somalí Samia Yasuf Omar, abanderada en Pekín, muere al intentar alcanzar la costa italiana en una patera.
Un trágico sueño olímpico
Samia Yusuf batió su mejor marca en los JJ OO de 2008. :
Samia Yusuf Omar consiguió encarnar el auténtico espíritu olímpico en Pekín 2008. No se subió a ningún podio, ni siquiera tuvo un diploma; de hecho, llegó última a la meta en la carrera de 200 metros, casi diez segundos por detrás de sus compañeras. Sin embargo fue capaz de poner al estadio en pie, aplaudiendo su hazaña. Acababa de hacer su mejor marca personal. La atleta somalí de 17 años era feliz, a pesar de no llevarse ninguna medalla se sentía ganadora como la que más. «Ha sido una experiencia bellísima, he portado la bandera de mi país, he desfilado con miles de atletas de todo el mundo», contaba ilusionada la campeona africana de los 100 metros de vuelta en Mogadiscio.
Yusuf Omar interiorizó en Pekín el lema olímpico -más rápido, más alto, más fuerte- y trataba de ponerlo en práctica al montarse en una patera para cruzar el Mediterráneo rumbo a Europa. Era su oportunidad de mejorar, de crecer como deportista y, quién sabe, tal vez de ser reconocida algún día. Pero el trayecto era peligroso y la suerte no acompañó a la joven, que falleció en la travesía.
La atleta deseaba acudir a los Juegos Olímpicos de Londres, pero a pesar de entrenar duramente en el ruinoso estadio de la capital somalí, no consiguió estar entre los dos únicos seleccionados. Samia era huérfana de padre y deportista de élite en un país en continuos conflictos internos, estaba acostumbrada a superar los obstáculos que le ponía la vida. Solo tenía 21 años y no quiso darse por vencida, decidió que si allí no tenía la posibilidad de mejorar deportivamente lo haría en otro sitio. Pero en su casa no había dinero para comprar un pasaje en cualquier medio de transporte seguro y, como miles de africanos, se lanzó a la peligrosa aventura de alcanzar las costas europeas en patera. Llegó por tierra a Líbano y allí montó en una embarcación rumbo a Italia. Varios de sus pasajeros dejaron la vida en el camino. La atleta estaba en esa lista negra.
La noticia de su muerte llegó el pasado domingo a la prensa somalí durante una reunión del Comité Olímpico Nacional, de la mano de su nuevo presidente, Abdi Bile -medalla de oro en los 1.500 metros en el Mundial de Roma 87-. Sumaba así otra mala nueva para el deporte de un país que todavía viste luto tras un atentado terrorista que acabó con la vida del anterior presidente del Comité Olímpico, Aden Yabarow Wiish, el pasado mes de abril.
Un viaje peligroso
El entrenador de Samia, Mustafa Abdelaiz, se encargó de poner voz a los allegados de la atleta en el 'Corriere della Sera'. «Sabíamos que el viaje hacia Occidente es peligroso, pero no nos podíamos imaginar que ella sería una de sus víctimas», contaba al medio italiano. Mencionó también todo el apoyo que recibió la joven de su madre, quien llegó a vender un pequeño terreno para ayudarle a costear el viaje.
La mujer que hace cuatro años llenó las páginas de los periódicos con una historia de superación y espíritu olímpico, hace solo unos días se hundió con sus sueños en el Mediterráneo, a punto de alcanzar la meta. Ella pone rostro a tantos otros que, desesperados por encontrar una vida mejor, deciden embarcar con sus escasos ahorros y sus esperanzas en frágiles pateras, en las que cruzarán el mar hacinados y hambrientos, sin saber si llegarán a tierra firme o se quedarán por el camino.
Aqui os pongo algunos enlaces pero en youtube poniendo su nombre salen más.

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